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No se a quién dirigirme en esta despedida, no te conozco. Mi Fyero nunca se hubiese asumido inferior a nadie. Ni superior. Siempre iguales, siempre juntos, siempre adelante; ese fue tu estandarte.
Mi Fyero sabría que la superioridad del ser está en su capacidad de amar y que él me enseñó a ser grande; mi Fyero corría carreras que yo no podía, creía con firmeza en todo lo que decía.
El Fyero que tuvo un día el valor de descubrirme detrás de mi propia vda, no es quien hoy me desconoce. Ese Fyero se supo fuerte, creció cada día ante mis ojos y sembró respeto y coraje para luchar por las cosas que valen.
Mi Fyero sabe de mis luchas y las lucha a mi lado, mi Fyero jamás hubiera utilizado mis armas para darme la espalda.
Adiós Fyero, me despido hoy que me doy cuenta de que te fuiste hace mucho tiempo. Adiós amor, amor valiente, amor sereno. Adiós niño fuerte...te amé tanto!! Qué lástima que tu orgullo te hubiera impedido aceptarlo.
Adiós Fyero, yo no necesito empleados, no soy el amo ni el esclavo. Si así lo creíste, es que soy solo el reflejo de tu peor pecado.
jueves, abril 24, 2008
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3 comentarios:
No lo conoces?...
Quizá me esté metiendo donde no debo. Y bueno, ya dentro, desconozco todo el contexto que te lleva a escribir esta nota, me llama la atención cuando escribes que usó tus armas para darte la espalda.
Y es cuando me pregunto si en verdad estamos preparados a vivir y crecer con alguien cuando de manera inevitable habrá un cambio en uno o en el otro, y ese cambio debería lejos de separar, unir, reinventar, reenamorar a los dos. Imagino que esto último lo deben saber y entender los dos. Evidentemente no fue mi caso, o el que tuvimos ambos en su momento. Y lo lamento tanto. Aun hoy.
Ojalá duren mucho juntos, se sigan valorando y olvidando de lo que merma, que brille lo que vale la pena.
Y por cierto, muy buenas las referencias de Wicked!
Saludos.
V.
Hey, es bueno saber que aunque sea una persona ha leído este espacio, creado más como desahogo que con intención de convertirme en "blogstar"... Lechus, si regresas a leer esto, gracias por leerme... después de esa despedida podrás darte cuenta que Fyero y yo nos hemos reconocido: o mejor, reconocido y desconocido varias veces desde entonces. Pero he aprendido que de eso se trata, tal cual lo dices, de reenamorarse, de reinventarse, de volver a creer... No puedo decirte que mis armas estén tan al descubierto como al principio, pero también he descubierto que eso tampoco es malo guardarlas en un armario... después de todo, no pienso usarlas pronto....
Me encanta que menciones la coincidencia de los momentos... eso es muy complicado así que no te lamentes, la intersección de tiempo, espacio, persona y momento no ha llegado tadavía, no desesperes.
Sí linda, regresé a leer, no tienes nada que agradecer. Seguiré visitándote por acá.
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