sábado, septiembre 26, 2009

El diagnóstico de la perfección

Nos enamoramos en tiempo record y jamás lo cuestionamos (o sí, pero bonito), hemos pasado 2 meses y medio juntos en una especie de burbuja perfecta alterada solo 2 que 3 problemillas mínimos, originados más por miedillo a sentir lo que estamos sintiendo que por diferencias reales. Hace unas semanas nos preguntábamos muy objetivamente cuáles serían las razones por las que podríamos en un futuro terminar y nos quedamos callados.

(Aquí levanten la mano los que pensaron: "AJAAA! pero eso es a los dos meses, ya veremos a los dos años", o "creo que van muy rápido" -mamá y mejor amiga, pueden bajarla-.)
Y después de esos dos meses en esa especie de burbuja perfecta, ayer osamos analizar de dónde demonios sale tanta perfección. Y digo osamos pues tal vez sería mejor sólo disfrutarlo y no cuestionarlo demasiado ¿o no? Pues no. Encontramos cosas maravillosas en nuestro análisis y por eso quiero dejar asentadas las conclusiones de la investigación:

  1. Por primera vez para los dos, no hay uno que ame más que el otro. Ninguno se siente en ventaja o desventaja ni siente estar entregando de más. Nos damos todo, sin reservas, y sabemos que es exactamente lo mismo que el otro da.
  2. Somos sinceros. No estamos pretendiendo ser algo que no somos ni ocultando esqueletos en el ropero. Nos asumimos como seres humanos llenos de defectos y no los negamos ni los escondemos. Simplemente nos queremos como somos, con todo lo malo y bueno.
  3. Creemos. A ciegas y contra todo pronóstico, creemos. Nos vale sorbete lo que nos digan, tenemos fe en lo que sentimos y confiamos plenamente en que alcanzaremos los sueños compartidos. Y aunque a veces tenemos miedo, no es del miedo que hace correr, sino el que nos hace abrazarnos y seguir caminando.
  4. Queremos merecernos. No nos damos por hecho, el otro nos hace ser mejores, nos hace querer crecer en todos los aspectos. Queremos darnos lo mejor y nunca competiremos, pues trabajamos por el mismo premio.
  5. Sabemos que lo hemos encontrado todo. En cualquier lugar, cualquiera de los dos podría encontrarse un mejor amigo, un mejor novio, un mejor amante o un mejor compañero. Pero no encontraremos a alguien que sea todo eso al mismo tiempo, pues ya lo tenemos. Y ninguno de los dos quiere arriesgarse a perderlo.
Más allá de todo esto que ayer nos sorprendió, el amor no tiene explicación alguna. La perfección que hoy nos rodea durará mientras el amor también esté allí; esperamos y creemos que será para siempre pero, aunque hoy no hay nubes en el horizonte, no descuidamos el barco...

lunes, septiembre 21, 2009

Miscelánea

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Un par de cosas, breves pero importantes y sin ninguna metáfora:

1. El ultimátum

Después de una semana muy difícil y de algunos contratiempos en mi agenda, por fin publiqué mi primer relato en HD-B y eso me tiene muy contenta. Los invito a darse una vuelta para leerlo y, si no es mucha molestia, criticarlo despiadadamente, serán bienvenidos y respondidos todos sus comentarios.

2. El aniversario

No podía dejar de escribir sobre el día de ayer. Ayer hizo un año de aquel día en que firmé mi renuncia a ser feliz, en que declaré por escrito que el amor con el que alguna vez había soñado no existía, que ya no creía en él. Hace un año me vestí de blanco porque eso era lo que, según yo, debía hacer; porque me daba miedo esperar por lo que realmente merecía y simplemente me conformé.

En otras circunstancias y de no haber tenido el valor de salir corriendo, seguramente ayer hubiera sido una celebración tradicional, con cena y flores, con sonrisas falsas, tratando de ignorar las cosas que no funcionaban ni funcionarían jamás. Sería la celebración de dos extraños pretendiendo conocerse y amarse.

En cambio, ayer me miraba en los ojos [verdes, hermosos] del amor de mi vida y me vi tal como soy. Me vi feliz, resplandeciente y segura del camino que quiero seguir y de la mano de quién quiero caminarlo. No fue fácil desafiar a los convencionalismos y a lo que la gente esperaba de mí, sigue sin serlo, pero no tengo duda de que es lo mejor que he hecho y ha valido la pena.

La felicidad no tiene tiempos ni plazos, llega cuando menos lo esperamos y lo único que nos pide a cambio es paciencia; y, aunque a veces la perdamos, siempre existe una manera de rectificar el camino, de volver al hogar.

And here we go!




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miércoles, septiembre 09, 2009

In my life (Parte I)

"There are places I'll remember
all my life though some have changed;
some forever not for better,
some have gone and some remain
"


Los gritos parecían perderse entre las notas de “All you need is love”. Sentada en el piso, muy pegada a la bocina de un estéreo entonces moderno escuchaba a cada uno de los instrumentos cooperando para crear la melodía capaz de calmar mi angustia por lo de siempre: gritos, peleas y furia.


Una “Caja de los Beatles” de Selecciones del Reader’s Digest y un par de LP’s color azul y rojo, con las letras de las canciones en la funda, fueron mi música infantil. Sin entender las letras, cantaba y sin comprender las canciones, las sentía. La tristeza profunda de aquel niño perdiendo a su padre en “Hey Jude”, el grito de auxilio de “Help” y la invitación a fugarme con esos cuatro locos al mundo de “Strawberry Fields Forever”. Los gritos y las peleas seguían, yo abrazaba con fuerza mis piernas y me concentraba en la música, escapando en un submarino amarillo de lo que me hacía daño.

Y mientras más crecía, más apreciaba la música que me devolvía a un hogar que no tenía, que nunca tuve, pero que “Golden Slumbers” me enseñó a buscar sin tregua, haciéndome confiar en que de alguna manera llegaría si soñaba lo suficiente. Siempre que alguien gritó, estuvieron John, Paul, George y Ringo para asegurarme que todo estaría bien con “Here comes the sun”.

Y a pesar de ser el autor de los gritos, no culpo a mi padre, pues me dio con esos discos el poder de cambiar mi mundo, de transformar con música mis pesadillas en sueños y de no rendirme en la búsqueda de mi hogar aunque el camino fuera largo y sinuoso. Y qué decir de los Fab 4, nunca se fueron, siguieron tocando el soundtrack de mi vida hasta hoy… pero lo que sigue es otra historia y deberá ser contada en otro momento.





jueves, septiembre 03, 2009

Viviendo en Oz

"So if you care to find me
Look to the western sky!
As someone told me lately:
Everyone deserves the chance to fly!"


A pesar de que no son de mi especial gusto los musicales, hay uno que he visto mil veces (bueno, un poco menos), tengo el soundtrack, 20 souvenirs y su personaje principal soy yo. Se llama Wicked y habla sobre los motivos de la bruja malvada del oeste del Mago de Oz para volverse “malvada”.

En fin, Elphaba (sí), la que hasta el final del primer año no es más que una chica común y corriente (bueno, ni tan común ni tan corriente pues es verde), un poco tímida e introvertida pero sumamente inteligente, se convierte –a juicio de los ciudadanos de Oz- en un ser malvado al que hay que destruir porque se percatan de que piensa diferente a ellos. Sin embargo, no es ahí sino hasta casi el final de la obra cuando, después de saberse enamorada del prometido de su mejor amiga, Elphaba dice: "It´s just....for the first time, I feel wicked". Curiosamente, es cuando decide hacer lo que le dicta su corazón.

¿Cuándo se puede llamar a alguien malvado? ¿Cuando planea hacer algo malo por el simple hecho de herir o cuando aún sin querer pero siguiendo a su corazón (o a sus instintos, da igual) hace cosas que hieren a los demás y que podrían considerarse malvadas? ¿Lo que importa es el juicio emitido por los demás o lo que nos hacen sentir nuestros actos?

Hoy, soy malvada para muchos simplemente porque soy feliz. El amor no vende, dicen por ahí, pero no quiero venderle nada a nadie, quiero ser yo misma y por primera vez en muchos años, me descubro viviendo cada día sin preparar un guión. Si eso me hace malvada, pues que así sea, bienvenidos a una nueva versión de “El Mago de Oz”.

"And nobody in, all of Oz.
No Wizard that there is or was.
Is ever gonna bring me down!
"