Hoy me la encontré después de algún tiempo sin verla... todavía pude encontrar ese brillo en sus ojos, ese que escondía un reto constante a la vida, ese que delataba una travesura aún no descubierta.
Me miró fijamente y sonriendo me dio la bienvenida a la vida, me dijo "seguro que me extrañaste" y no pude más que darle la razón... tal y como recordaba, su risa era franca y vivía sin miedo, sin pensar demasiado en el futuro, pero repleta de sueños que había guardado celosamente en mi ausencia y que hoy me devolvía.
Le pedí perdón por alejarme y me reprochó de palabra pero en sus ojos pude ver que me entendía, que yo también le había hecho falta, que sabía que volvería. Hoy sé que nadie más podrá volver a alejarme de ella y ahí, frente al espejo, le hice una promesa.