viernes, agosto 14, 2009

Experimiento Social



"Bartender, please fill one up for me
Of the kind you gave Jesus,
that set him free after three days down."


Dos ejemplos que ilustran mi último experimiento social:

ejemplo 1:

Sin alcohol...
Callado, tímido y amable, su vida gira en torno al trabajo, no tiene demasiados amigos y vive con su madre. Come siempre solo y se queda en la oficina hasta muy tarde. Cualquier cosa lo sonroja y no habla de su vida privada con nadie.

Con alcohol...
Simpático y cantador, hasta que toma demasiado y se pone insoportable. Pretende ligar de la manera más desagradable y es grosero con las mujeres a las que aborda. Busca pelear por cualquier cosa, paga cuentas y se niega a marcharse. Insiste en llevarse su coche y aunque ya no puede ni hablar, no deja de tomar.

ejemplo 2:

Sin alcohol...
Jefa y subordinado, excelente equipo de trabajo, amigos y compañeros de triatlón. Las familias de ambos se reúnen en Valle de Bravo para practicar nado. Él tiene dos niñas, ella dos niños, tal vez algún día sean consuegros. Hoy dejan de trabajar juntos, ella va a sentir mucho la ausencia de un elemento tan valioso, él va a extrañar el que fue su trabajo por 13 años, que deja por una oportunidad mejor.

Con alcohol...
A ella se le llenan los ojos de lágrimas cada que habla de su partida, sus miradas se encuentran frecuentemente entre el bullicio de la comida de despedida. Más tarde, él la mira a los ojos y la abraza sin decir nada, también se le arrasan los ojos. Sus manos se encuentran debajo de la mesa. En medio de la cena ella no niega lo que siente, pero tampoco lo acepta, aunque lo hace evidente. Él trata de guardar la compostura, pero sus sentimientos y el alcohol lo pierden.


Suelo estar sobria mientras los demás se emborrachan, no es mi intención aprovecharme, pero me gusta observarlos desde mi cómoda posición. Y ha sido a través de esa observación que he llegado a la conclusión de no tomar frente a alguien que no sea de mi total confianza, pues no me gustaría estar así de borracha sin saber qué tantas cosas revelaría mi versión Con alcohol...




4 comentarios:

Luisz dijo...

Cuando las ínfulas espirituosas te hablan al oído hay un punto de quiebre en el que decides si parar o dejarte llevar (como en todo). El saber reconocer ese instante es lo que hace la diferencia.

Había pensado en cargar una estampita de la virgen de Guadalupe para que cuando me quisieran obligar a tomar decirles de mi juramento ante la morenita. Pero nadie me invita a ningún lado.

Yo por eso, ya no tomo, manque me lleven los pingos ...

jess dijo...

Una vez le pregunté a un chico, ¿Y, cómo te gusto más, ebria o sobria?, y él me dijo: "De las dos maneras"... Cosa que no le creí en lo absoluto, y por ello dejé de contestar sus llamadas.

Yo también prefiero con alcohol, que no mala copa que es diferente.

jiji.

Saludos!

Blonda dijo...

Creo que es genial estar de ambos lados. Me encanta cuando mis amigas me cuentan las cosas que hice o dije en estado de ebriedad!!!

Muy buenas tus apreciaciones, me encantaron.

besos y buen fin de semana.

G L O R I A dijo...

A mi siempre me han dicho que con alcohol me comporto más comprensiva y buena onda, jajaja.
Ya que regularmente soy una inadaptada social, el alcohol me da un empujoncito.
Saludos.