Ya he hablado antes sobre mi amor por los viajes. Sin embargo, no tengo una gran colección de fotografías. De hecho, hasta hace poco, ni siquiera me ocupaba de salir en ellas, hay lugares que he visitado y no tengo ni una fotografía en la que salga yo.
Los viajes no son para mí una colección de recuerdos, ni un triunfo, ni un pretexto para presumir. La razón por la que amo viajar es porque es una de las mejores maneras de aprender, de crecer. Cualquier ciudad, al caminarla, al olerla, al observarla, te deja enseñanzas que ninguna universidad podrá. Creo firmemente que si un viaje -al igual que el amor- no te hace ser mejor persona, no sirve de nada, no tuvo razón de ser.
Hay lugares que son hermosos que no han sido aprovechados por sus habitantes, también hay gente que engrandece el lugar donde vive, ejemplos de lo que te gustaría para tu país y todo lo contrario. En cada lugar, en sus atardeceres, en la sonrisa de su gente y en la basura de sus calles, puedes leer libros enteros si aprendes a encontrarlos.
El año pasado estuve en Suiza, también en un curso. Mis compañeros eran todos europeos, yo era la única latinoamericana. Tal vez fuera la extrañancia, el frío o el tener que hablar en inglés todo el tiempo, pero me sentí un poco fuera de lugar. No era tan fácil hacer bromas sin hablar tu idioma con personas que tampoco estaban hablando el suyo y, aunque me adapté muy bien a la típica frialdad de los europeos, no me sentí parte de un grupo en ningún momento. Sin embargo, regresé maravillada por el orden, la limpieza, la muestra de que, si se tiene la voluntad, se puede hacer que todo funcione 'como reloj'.
Hoy estoy en Madrid. Los españoles -con sus honrosas excepciones- nunca han sido mis personas favoritas, pero no son ellos, ni España, quien me enseñó esta vez una gran lección con un mal ejemplo.
A diferencia del año pasado, esta vez estudio con puros latinoamericanos. Y es triste y decepcionante tener que decir que cuando voy con ellos de regreso al hotel en el autobús he preferido no hablar para que los demás no noten mi acento y sepan que voy con ellos. Al verlos tirar basura y escupir en la calle, no recorrerse en la fila, dejar su charola en la mesa de la cafetería esperando que alguien venga y la recoja y otras tantas monerías, desgraciadamente puedo entender por qué no somos bien recibidos en el extranjero. He visto a gente latina viviendo en España mirar con pena ajena a quienes evidentemente son sus paisanos, y lo peor de todo, es que he estado de acuerdo con esa mirada. ¿Pero saben qué es lo peor? Que nuestros pobres países, todos tan hermosos, están llenos de gente así, que piensa sólo en si misma y por la cabeza ni le pasa que exista algo que se llama 'el bien común'.
Dicen que 'al lugar al que fueres, haz lo que vieres'. Yo lo cambiaría 'del lugar al que fueres aprende lo bueno, para que hagas de tu país un lugar mejor'.
Y sí, también creo firmemente que una sola persona puede hacer la diferencia.
P.D: Oigan, si no fuera por el feedjit, pensaría que por acá ya no se paran ni las moscas. ¡Comenten carajo! que de por sí son poquitos y luego flojos, ¿a dónde iremos a parar?
P.D.Bis. Sí, ando grinch prematura. Es la 'extrañancia'.
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miércoles, octubre 20, 2010
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6 comentarios:
jajaja, cuñadaca, estuve a punto de irme sin dejar constancia de que aquí estuve leyendo lo quejica que eres... pero quién no ante semejantes 'marranos'... bah!... Disfruta, aprende, miéntales la madre y trae un recuerdito, ¿sí?...
Saludos y un abrazo bien fuerte.
De recuerdo me quedo con la experiencia y con el acento revuelto que invariablemente te traerás...
La gente siempre será gente aquí y en China y en España y en Suiza. Cuando conces otras formas de pensar, otras formaciones y otras maneras de comportarse, te das cuenta porqué Latinoamerica se condena lenta pero inexorablemente a la irrelevancia.
Yo también creo que se puede cambiar el mundo una persona a la vez, lo sé porque una persona cambió mi mundo y esperamos que un par de personitas lo vuelvan a voltear de cabeza.
Yo te extraño más que nunca pero me queda tranquilidad en el corazón porque sé quien eres y sé que lo sabes también.
Vuelve pronto que yo te espero ansioso ...
... y te amo más que a nada en mundo ...
Bueno... jejeje yo te puedo decir en contraprestación que yo no fui de curso, sino de viaje, y en el tour de igual manera pura gente latina había y.... con excepción de los dominicanos, todos los demás, (Orgullosamente) Mexicanos, Argentinos, Uruguayos y (Voy a confesar mi ignorancia antes de que Luisz venga a darme lecciones pero no sé si también entren aquí o no) Brasileiros, todos eran... éramos gente civilizada y súper bien educada.
Sí, es ahí cuando uno entiende el por qué no nos quieren luego en el mundo.
Pffff....
Okay, okay, ya no seré ranchera y comentaré.
XD
Saludosssss!!!
Pero que mal!!! Pero tenes toda la razón!!! Que lástima que mi pais sea uno de esos, por igual yo trato de sacar la cara lo que me hacer ser una menos......te comprendo perfecto....
Abrazos!
Sí así pasa. Uno tiene que imitar lo bueno aunque nos cueste educarnos solitos y lo malo pues bloggearlo porque no queda de otra.
Disfruta tu estancia y los viajes. No se trata de presumir, como dices, pero si aprendes algo, ESO es lo que hay que compartir.
:)
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