There are places i'll remember
all my life though some have changed,
some forever not for better
some have gone and some remain...
Nooo, no hubo reseña del concierto de Paul, tampoco he escrito nada de ninguna otra cosa.
Hace unas semanas le decía a Luisz Galleta que quería dar por terminada mi participación en la blogósfera. No se trata de no tener muchos seguidores, tampoco es que las historias felices tiendan a ser aburridas y repetitivas para aquellos que buscan algo de drama, aventuras o comedia en los blogs; simplemente tengo muchas cosas que decir, pero no quiero, y muchas historias que contar, pero ninguna que tenga -todavía- un final feliz.
Cuando comencé a escribir este blog, no tenía otro propósito que ordenar mis ideas ante el desastre en que se había convertido mi vida en ese entonces, buscando encontrarme después de haber perdido la pista de quién era yo. En este blog reconocí mis errores, cerré ciclos, me perdoné e hice catarsis. Luego, ya curada, empecé a escribir sobre mis pensamientos e ideas, sobre las cosas que amo y las personas que forman parte de mí. Gracias a este blog encontré al amor verdadero que empezó con un par de historias sobre Nueva York; mis pocos lectores han sido testigos del crecimiento de ese amor, del futuro con el que soñamos. Por todo eso, me cuesta tanto dejar morir este espacio, que es tan mío y que me refleja tanto.
Pero hoy ya no es necesario disfrazarme de bruja para defenderme, tampoco me escondo de nadie. Las historias que quisiera contar están en proceso y escribir sobre ellas ahora no me parece adecuado ni correcto; si algo queda de la bruja es que cuando pido un deseo, no me gusta compartirlo hasta que sea cierto.
No soy escritora yo, soy simplemente alguien que acostumbraba escribir sus problemas en lugar de contárselos a una amiga. Hoy, sin parecer presuntuosa, no tengo problemas, sólo tengo una gran cantidad de proyectos por realizar. Y mis energías están por ahora tan enfocadas en conseguir lograr nuestros sueños que las letras se me evaporan y las ideas se me escapan entre tanta palabra.
No morirá ni desaparecerá del mapa porque entre Oz y la tierra del Sombrerero ya no hay un camino, hay un hogar. Aquí vivimos y aquí es donde quiero compartir las buenas nuevas que pronto vendrán, seguro vendrán.
Les aseguro que habrá muchas cosas que contar...
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Updates rápidos:
* Para quienes se quedaron con ganas de la reseña del concierto de Paul, ésta es muy buena.
* La galleta y yo cumplimos un año juntos, que ya parecen toda una vida. Nos fuimos a la playa y... pídanle la reseña a él.
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4 comentarios:
No me voy jamás. Me quedo. Siempre al pendiente de los sueños propios y compartidos.
Me da gusto que no te deshagas de este espacio que como dices, es tuyo y de nadie más. Yo, que disfruto enormemente con cada una de tus ideas certifico que los sueños se cumplen y los milagros existen.
Me doy cuenta tres veces a la semana, por las mañanas cuando abro mis ojos ...
Te amo.
Qué bonito post.
:)
A veces, yo también creo que mi blog ya dio lo que tenía que dar... luego recuerdo que ese sitio virtual será el regalo de cumpleaños número 15 para mi hijo no nacido, para que él vea y descubra por sí mismo, cómo era su mamufa durante sus años mozos.
Un abrazote!
Oiga! No vuelva a pensar en dejar este espacio, creo que siempre tendremos cosas que compartir, quiero saber sus finales felices y las nuevas historias; aunque nos veamos para platicar, también me gusta leerla. Ahora que le confieso me anime mucho en crear el mío por leerla a usted. Un abrazo.
Sufro como precious, pero te super entiendo. A mi aveces me han dado ganas de hacer lo mismo, pero no lo hago porque es mi refugio, donde puedo sacar todo lo que traigo adentro y ya poder descansar..
Se te lee feliz y realizada, ojala nos puedas seguir escribiendo de eso..
Un abrazote
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